Por: Prensa de la Unidad de
Víctimas
Bucaramanga, 3 de abril de
2017.- Se anticipó en este municipio la conmemoración del Día de la Memoria y
Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, que desde el 2005 se
conmemora todos los 9 de abril. Esta vez se anticipó en este fin de semana.
A 2.040 metros sobre el nivel
del mar, al filo de las montañas de la Cordillera Oriental y en zona rural del
municipio santandereano de Suratá, se encuentra el corregimiento de Turbay.
Allí se conmemoró el fin de semana el Día de la Memoria y Solidaridad con las
Víctimas del Conflicto Armado.
Para sus habitantes resultó
toda una sorpresa el observar a un grupo de servidores públicos instalarse en
su parque principal. Hasta hace pocos años, era imposible ver una delegación
gubernamental tan nutrida debido a la presencia de casi todos los grupos
armados ilegales.
La delegación oficial,
encabezada por el gobernador Didier Tavera, la conformaron Luis Aparicio,
director territorial de la Unidad para las Víctimas y delegados de la
Defensoría del Pueblo y de la Agencia Colombiana para la Reintegración.
También, de la alcaldía municipal, de la Mesa de Participación del municipio y
los comandantes del Ejército Nacional y de la Policía de Santander.
“La presente generación (de
habitantes de Turbay) no tiene que vivir lo que vivieron sus padres o sus
abuelos. Debemos garantizarles a todos estos niños que no haya odio y que
siempre haya paz. Qué bueno que la Unidad para las Víctimas esté aquí
dignificando a este municipio en su buen nombre, generando oportunidades de
trabajo y reconociendo sus oportunidades”, señaló el gobernador.
“Queremos demostrar que en
Santander no hay rincón donde no podamos llegar con presencia institucional.
Venimos a dignificar el buen nombre de Turbay, reconocer a esta comunidad y a
su población agrícola, que tienen una oportunidad de trabajo distinta”, añadió
el mandatario departamental.
Turbay es sujeto de reparación
colectiva -al igual que su vecino el corregimiento de El Mohán-. Uno de los
actos más significativos fue el cumplimiento del acto de dignificación del buen
nombre del poblado, estigmatizado por la presencia de grupos rebeldes. Hubo un
minuto de silencio en honor a los muertos del conflicto armado.
“Lo que hoy pasa es una
belleza. Hoy es un día de cambio. Estábamos abandonados y perdidos y hoy
estamos muy agradecidos con esto que ocurre en nuestro pueblo”, opinó Juvenal
Jaimes Hernández, un habitante de Turbay, que celebra la implementación del
postconflicto en su corregimiento.
Otra de las medidas fue el
reconocimiento a la Corporación Ecológica de Turbay, una de las más afectadas
pues el conflicto llevó a su desintegración. Hoy, luego de 25 años de su
fundación -y con el ánimo de liderar procesos ambientales y capacitar a los
campesinos en diferentes áreas-, continúa trabajando.
Luis Jaimes Díaz, vocero de
dicha corporación e integrante del Comité de Impulso manifestó su emoción:
“Para nosotros es un triunfo que el Estado reconozca una corporación tan
importante desde hace tiempo. Pensábamos que no querían reconocer el liderazgo
de la población campesina, pero hoy esto nos llena de satisfacción. Esperamos el apoyo del Estado para su
desarrollo”, señaló.
La inauguración de la nueva
capilla a la Virgen de Guadalupe, en el Parque principal, fue una de las
medidas solicitadas y que la Gobernación de Santander se había comprometido a
entregar. Con el apoyo del Ejército abrió sus puertas y se celebró allí la
primera eucaristía, a la que asistió toda la comunidad.
Pese a que por mandato de la
ONU, el 9 de abril se conmemora el Día de la Memoria y Solidaridad con las
Víctimas del Conflicto Armado, la alcaldía de Suratá estableció que se
celebrará todos los días 2 de abril. Ajuste
de texto y diagramación:
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