Presentación de El Santísimo, este
sábado 20 de junio
Por: Oficina de prensa de la gobernación
Bucaramanga. En un solemne
acontecimiento se convertirá este sábado la entrega al público del vistoso monumento,
localizado en la parte alta del sector urbano antiguo de Floridablanca.
Posado sobre un espejo de agua
y en medio de dos ascensores panorámicos que suben más de 40 metros hasta un
mirador de 360 grados donde se divisa toda el área metropolitana, el Santísimo
se erige como el monumento de altura más imponente de Latinoamérica, que a
partir de este sábado, 20 de junio, empezará a consolidar a Santander como un
destino turístico de talla mundial, cuando sea inaugurado por el gobernador
Richard Aguilar Villa.
El gran cerebro de esta
majestuosa obra de arte, de 38 metros de altura, 40 toneladas de peso, 10,5
metros de ancho y la cual yace sobre un pedestal de 11 metros en la parte alta
de la vereda Helechales, de Floridablanca, es el arquitecto y escultor
bumangués Juan José Cobos Roa, de 36 años, quien junto a más de 30
profesionales, entre artistas, ingenieros calculistas, fundidores, arquitectos
y obreros, logró en dos años y medio diseñar, moldear, unir y montar las 9
piezas de este monumento, símbolo de eternidad, que apunta hacia arriba con la
mano derecha, al tiempo que bendice y mira hacia la gente con una expresión
naturalista casi a punto de hablar.
Además de talento y creatividad, el Santísimo
está hecho de un polímero insaturado o resina especial para este tipo de
monumentos, el mismo material que se utiliza para hacer aviones, yates y
esculturas colosales, que no es tan pesado como el concreto o el bronce que se
utilizaron por muchos años, pero con el cual se logran mejores condiciones
sismorresistentes. Cada una de las 9 piezas del monumento pesa entre 4 y 7
toneladas, dependiendo de su tamaño.
Su estructura interna, instalada a principios
del año, es robusta, contiene tubos de 8 y 10 pulgadas, y funciona como una
fachada flotante adherida a la estructura, que es semejante a la de un edificio
de 13 pisos. Además, es hueca por dentro y tiene un sistema de luz y escaleras
metálicas que permiten acceder para realizar el mantenimiento preventivo, el
cual se deberá hacer cada cinco años para que tenga una durabilidad superior a
los 100 años, de acuerdo con lo estimado por su escultor.
A pesar de estar diseñado para grandes pruebas
de resistencia, en los cimientos del Santísimo hay toda una estructura similar
a su grandeza sobre la tierra, una megaobra interna que no se ve y ayuda a la
estabilización del suelo, como: un cubo de concreto de10 metros de altura y
debajo de él hay 4 caisson (pilotes gigantes de concreto) de 13 metros hacia el
fondo, y alrededor de ellos otros 5 caisson de más de 20 metros de diámetro.
En la parte externa de esta obra, que recibió
3.525 millones de pesos en inversión, tampoco tendría mayores problemas ante
vendavales, sismos e inclemencias del tiempo, pues está diseñada para resistir
vientos hasta de 160 kilómetros por hora; pasó la primera prueba
sismorresistente con el fuerte temblor del 10 de marzo, y ya le cayeron dos
rayos. “Así que El Santísimo ya pasó todas las pruebas, y estructuralmente se comporta
muy bien, casi a pruebas de balas”, precisó Juan José Cobos Roa, su creador.