Fortalecidos proyectos de desarrollo productivo de la ATCC

Bucaramanga, 25 de abril de 2016.  Con la presencia de la directora de la Unidad para las Víctimas, Paula Gaviria Betancur, la Asociación de Trabajadores Campesinos del Carare (ATCC) recibió un completo  banco de maquinaria para el desarrollo de proyectos productivos.

Para llegar al corregimiento de La India, en el municipio de Landázuri (Santander), hay que tomar una vía desde Cimitarra (Santander) y adentrarse en las tierras del Carare durante aproximadamente una hora de trayecto, hasta llegar a las orillas del río que da nombre a toda esta región, Carare. Allí se encuentran las familias campesinas que desde hace 29 años comenzaron a hablar de paz frente a frente con los actores del conflicto.

Hasta ese corregimiento llegó la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas a implementar una de las medidas del proceso de reparación colectiva que se adelanta con la Asociación de Trabajadores Campesinos del Carare (ATCC). “Esta medida es la más significativa, es un número importante de maquinaria, de recursos invertidos y le cumplimos a la ATCC después de tantos años de esperar y de luchar y defender la vida y defender la paz”, destacó Paula Gaviria Betancur, directora nacional de la Unidad para las Víctimas, a su llegada a La India.

La funcionaria recordó que este se trata de uno de los 340 procesos de reparación colectiva que actualmente se adelantan en Colombia, de los que aproximadamente el 40% corresponden a comunidades campesinas.

Entre tractores, cosechadora, sembradora y otros útiles, se entregaron 19 máquinas, que serán manejadas por labriegos de la región. “El banco de maquinaria busca modernizar a las familias campesinas del Carare; busca que el que tenga cacao, caucho, y pueda acceder a estas máquinas, pueda mejorar su mejorar su tierra, arar, abonarla de la mejor manera”, aseguró Cristina Serna, presidenta de la ATCC. “La idea es que el banco de maquinaria nos sirva de referente económico para otros proyectos”, indicó la lideresa. 

Estos recursos hacen parte de un convenio de cofinanciación por valor aproximado de 3.000 millones de pesos, liderado por la dirección territorial de la Unidad para las Víctimas en Santander, junto con la Gobernación del departamento, la Universidad Santo Tomás, el SENA y las administraciones municipales de Cimitarra, Málaga, Simacota, Sucre y Suratá, así como la propia ATCC y el Instituto Agrícola de La India de Landázuri. Este proceso benefició 229 proyectos productivos, en lugares como Suratá (30), Málaga (69), Simacota (30) y otros 100 con la ATCC, en su radio de acción en municipios como Cimitarra, Landázuri, Sucre, Bolívar, el Peñón y la Belleza.

“Hoy esta organización merece todo el reconocimiento, lo que se está haciendo aquí es generando empleabilidad. Le hemos reconocido el trabajo a la doctora Paula Gaviria, de la Unidad para las Víctimas, y le hemos pedido que nos viabilice un proyecto nuevo para otros 16 municipios, porque modelos como estos son los que se deben seguir haciendo”, destacó el gobernador de Santander, Didier Tavera Amado.

Luis Alfonso Aparicio

“Es importante que los entes territoriales, alcaldías, gobernaciones y la empresa privada se vinculen a estos procesos porque la construcción de la paz es de todos”, opinó al respecto Cristina Serna.

Por su parte, Luis Alfonso Aparicio Reyes, director territorial de la Unidad para las Víctimas en Santander, manifestó que “estos proyectos tienen como objetivo contribuir a las reconstrucción del tejido social y reparar el daño económico causado por el conflicto armado; estos proyectos contribuyen de manera directa a la construcción de confianza en el Estado”.

“Yo me imagino la región del Carare fortalecida económicamente, un referente económico de construcción de paz, desde el apoyo y la reconstrucción del campo, con proyectos productivos”, afirmó la presidenta de la asociación en relación con los cultivos de cacao, yuca y maíz, entre otros productos de la zona. “Vemos a esta región como la despensa agrícola del país”, finalizó Serna.  Fuente: Prensa de la Unidad de Víctimas (Ángel René Vargas)