Reconocimiento al deportista Honorio Muños en Santander

Homenaje de la Gobernación de Santander a deportista nacional que recorrió el río Magdalena

El profesor de Educación Física Honorio Muñoz Burbano, invitado por la Gobernación de Santander, estará en Bucaramanga contando la experiencia de haber recorrido a nado 1.620 kilómetros del Magdalena.

"Esta alegría no la cambio por nada, sobre todo porque no fue fácil nadar el río en las condiciones de contaminación en las que se encuentra, pero al final fue posible", dijo Honorio al pisar tierra firme.

Este recorrido buscaba entregar un mensaje a los colombianos sobre el notable deterioro de este importante río, por lo cual el Gobernador de los santandereanos, Horacio Serpa Uribe, apoyó desde un principio esta iniciativa, lo que conllevó a que el Departamento de Santander estuviera presente durante toda la travesía.

Teniendo en cuenta lo que significa este recorrido y el compromiso que siempre ha tenido el Gobernador de Santander por crear conciencia para que el río Magdalena sea cuidado como debe ser, y en reconocimiento a la hazaña que este deportista colombiano culminó el pasado lunes, Horacio Serpa Uribe, ha convocado a los santandereanos para rendirle un homenaje a Honorio Muñoz, quien estará en Bucaramanga el día viernes 28 de mayo. El encuentro será a partir de las 4:00 p.m. en las instalaciones del salón Augusto Espinosa Valderrama de la Gobernación de Santander.

Aceite, basuras y desperdicios de todo tipo dificultaron la estancia de Honorio en las aguas del Magdalena. Por eso admite que por momentos sintió miedo de ser víctima de algún animal o de atentar contra su salud por beber del contaminado líquido en el que nadó durante mayor parte de su recorrido.

"Fue muy lamentable lo que vi a lo largo del Magdalena y todo está evidenciado en video. La próxima vez que nade en este río espero verlo en mejores condiciones", comentó el nadador.

Cuenta el personal que acompañó a Honorio durante este mes, que desde las 7 de la mañana comenzaba a nadar sin parar hasta que el reloj marcaba la 1 de la tarde. Sin importar el lugar en el que se encontrara se salía y buscaba la manera de almorzar, 30 minutos de siesta y de nuevo al agua hasta las 5 de la tarde. Fuente: Of de prensa de la gobernación