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El docente German Perilla muestra cómo se ubican las colmenas en los apiarios |
En una gran empresa
agroindustrial que ya tiene subsedes en varios municipios del departamento de
Santander, se está convirtiendo un proyecto apícola nacido en el Socorro, la
capital comunera de Santander.
El día que al patio de recreo
del Instituto Técnico Agropecuario Juan Carlos Duarte llegaron los apiarios y
los meliponarios, que el proyecto apícola de BBVA, la Universidad George Mason
de Virginia, Estados Unidos y la UIS entregaron a la comunidad de El Hato,
ellos se reunieron para conocer de cerca esta nueva forma de trabajar la
industria apícola, en la cual ellos ya tienen varios años de experiencia.
Y no era para menos, ese día
Germán Perilla, un científico y docente colombiano que con 40 años de trabajo
en el cuidado y producción de abejas, toda una autoridad en el tema, estaría
haciendo personalmente la entrega de este equipamento con el que oficialmente
la comunidad de este municipio santandereano, entraba al proyecto apícola más
grande del sur de Santander que lidera BBVA, la Universidad George Mason y la
Universidad Industrial de Santander, UIS.
Este proyecto apícola de
empoderamiento de mujeres y comunidades campesinas, ya beneficia a más de 170
familias de municipios como Socorro, Palmas de Socorro, Confines, Suaita, Oiba,
Barichara, San Gil, El Hato, Aratoca y Simacota, entre otros y al llegar a su
tercer año de implementación, apunta a la autosostenibilidad.
“Emprendimiento,
sostenibilidad y berraquera son los ingredientes que componen este proyecto que
ya toma forma de empresa y que nos permite garantizar el apoyo de una entidad
como BBVA desde sus inicios”, dice Germán Perilla, científico y docente
colombiano quien ha impulsado este programa desde la Universidad George Mason,
en Virginia, Estados Unidos.
“El objetivo inmediato es ser
autosostenibles, por eso hemos incorporado al proyecto las máquinas laminadoras
que hemos importado y que son esenciales para la fabricación de la cera, en
cuyas láminas las abejas construyen sus panales y ahora le apuntamos a que
podamos construir todo lo de carpintería como son los apoarios y los
meliponarios”, dice Perilla con orgullo, mientras muestra la máquina
laminadora.
Empresarias apícolas
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Cenny Cortés Durán, apicultora
y profesional en producción agroindustrial, cuenta que el proyecto arrancó con
20 familias de tres municipios, en el año 2017 y que tras casi tres años de
trabajo con diferentes comunidades, se acerca a la autosostenibilidad al
incorporar la maquinaria para la fabricación de cera y proximamente, con la
producción de apiarios y meliponarios.
“El proyecto es genial, es
increíble el impacto ambiental que tiene en la región, a partir del proyecto
muchas personas han cambiado su forma de ver a las abejas, el proyecto comenzó
a impactar no solo a quienes hacemos parte del proyecto sino a todos los
campesinos de la región y un ejemplo concreto es que ha aumentado la producción
de café desde que estamos implementado el proyecto en la región”, dice Cortés
Durán, que deriva gran parte de sus ingresos, de la producción de miel y sus
derivados.
Para ella, este proyecto está
mejorando la vida económica de las mujeres de la provincia Comunera, pues están
demostrando que pueden generar ingresos y tener una vida económica propia sin
necesidad de descuidar las labores del cuidadodel hogar y de atención a sus
familias.
BBVA en Colombia se vinculó al
proyecto desde sus iniciativas de responsabilidad corporativa con las cuales
aporta al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU,
fijados a 2030, en este caso a los ODS que luchan contra la pobreza, que buscan
hambre cero y contribuyen a la lucha contra el cambio climático.
Nace industria
En agosto de 2017, Germán
Perilla arrancó con este proyecto en tres municipios de la provincia Comunera
de Santander: Socorro, Palmas de Socorro y Confines con 70 apicultores, la
mayoría mujeres dedicadas el cultivo de meliponas, abejas sin aguijón que se
conocen como “angelitas” y que se pueden tener en cualquier sitio, incluso
dentro de las viviendas.
Otro componente con el que
inició el proyecto es el de las abejas africanizadas o apis, que son animales
con aguijón y cuyos apiarios deben ser tenidos a cierta distancia de las zonas
habitadas.
El desarrollo ha sido
productivo en 12 municipios y cuenta con 170 familias beneficiadas. La meta es
que la iniciativa avance hacia la autosostenibilidad al incluir también el
proceso de fabricación de las colmenas y ceras, fundamentales en la
implementación de esta industria. Fuente: prensa de la organización (Rubén
Darío Escobar) Comunicaciones Externas Responsabilidad Corporativa
BBVA Colombia